La bien cercada es una ciudad dispuesta sobre una amplia meseta rocosa al borde del río Duero. Está situada al noroeste de España y próxima a Valladolid y Salamanca, así como de la frontera con Portugal. Es un enclave perfecto para hacer turismo por la provincia y la capital, y disfrutar de una gran cultura concentrada en poco espacio. Su patrimonio románico es exquisito y brilla con la celebración de la Semana Santa, de Interés Turístico Internacional.
Fue fundada a comienzos de la Edad de Bronce y ocupada más tarde por los vacceos. El primer cambio más asentado fue el de los romanos, que la bautizaron como “Ojo del Duero”. A esta época corresponde Viriato, que con sus victorias sobre los tardorromanos contribuyó a la creación de su bandera de jirones. El periodo comprendido entre los siglos X y XIII es el de mayor relevancia de Zamora dentro del contexto hispánico, siendo plaza importante dentro del Reino de León primero y de la Corona de Castilla después. Hasta el Cid participó en su asedio. Sin embargo, después de la Edad Moderna fue perdiendo importancia estratégica y económica y solo tuvo pequeñas recuperaciones antes de las desamortizaciones y en la segunda mitad del siglo XIX. Actualmente sobrevive gracias al desarrollo de la agricultura y la construcción de nuevas carreteras y embalses.
Cómo llegar y dónde alojarnos para disfrutar de Zamora en tres días
Es precisamente por carretera donde se cuenta con un buen acceso. Autovías por el norte, sur y este permiten llegar a la provincia y su capital muy rápido. Si te encuentras en el tercio norte es la mejor manera de llegar. Si prefieres el ecológico tren, has de saber que cuenta desde hace poco con una línea de AVE desde Madrid, y puedes llegar en 1h30 a muy buen precio. No se detiene aquí, ya que en un futuro muy cercano también estará comunicada con Galicia gracias a la variante noroeste. Esto beneficiará también a la comarca de Sanabria, de la que nos ocuparemos en otra entrada.
La ciudad cuenta con un alojamiento muy variado y barato. Si planeas ir en Semana Santa es mejor que reserves con mucha antelación, ya que en esas fechas la población aumenta hasta el triple. Eso sí, es el mejor momento para ir, en pleno apogeo turístico y económico. Mejor establecer tu base en la capital y desplazarse en bus o coche a las excursiones. El Zenit Dos Infantas está renovado y en el centro moderno de la ciudad, es una de las mejores opciones. También el NH Palacio del Duero, construido detrás de la iglesia de Santa María de la Horta, en pleno casco viejo.
El planning perfecto para conocer Zamora en tres días
El centro se hace fácil andando. El renovado empedrado hace muy cómoda la visita.
Comenzamos la visita por la capital:
- Catedral y mirador sobre el puente: construida sobre los restos de una antigua basílica, fue terminada en 1174 por el Obispo Esteban. Posee un cimborrio de claras influencias bizantinas. Hacia la cara sur podremos ver la “fachada del obispo”, la única que permanece intacta, ya que el claustro y la fachada norte fueron destruidos por un incendio. Su interior está repleto de capillas, algunas con famosas imágenes de Semana Santa. Sal en dirección a la plaza de Arias Gonzalo, aquí accederás al Mirador del Troncoso sobre el que verás el puente románico, importante lugar de paso del río para mercaderes y trashumantes.
- La Magdalena y San Ildefonso: Santa María fue edificada entre los siglos XII y XIII, con influencias románicas y góticas. Tiene una nave sobreelevada con planta rectangular y la fachada sur está realizada en arcos polilobulados con una rica decoración vegetal. A solo unos pasos está la segunda iglesia en tamaño e importancia del municipio. De estilos románico y neoclásico, posee un interior barroco reparado por Churriguera.
- San Juan de Puerta Nueva y Santa María la Nueva: la primera se encuentra en la plaza Mayor y, aunque se debe a San Juan Bautista, la “Puerta Nueva” se debe a que la muralla pasaba cerca a la plaza. Digno de mención es el rosetón en la cara sur. La segunda está a pocos metros, delante del Museo de Semana Santa. Se quemó en 1158 con los nobles en su interior, pero fue reconstruida. Fue lugar para la junta de caballeros e hidalgos. Destaca su ábside semicilíndrico, decorado con siete arcos sobre columnas.
- Palacio de los Condes de Alba y Aliste y muralla: fue construido por el primer conde de Alba de Liste en el siglo XV y sufrió un incendio dos siglos más tarde. Ha llegado a ser un correccional y un orfanato, pero actualmente es el Parador. Saliendo del edificio podemos acercarnos por la biblioteca municipal a otro mirador, esta vez sobre la muralla. Es conveniente acceder siempre que se pueda a verla de cerca, ya que tiene un estado de conservación muy alto.
Podemos pasar más tiempo por Zamora, pero al día siguiente aprovecharemos para visitar Toro:
- Alcázar Real: es la construcción más antigua de la ciudad. Data del siglo X, pero debido a las modificaciones posteriores hace que parezca más reciente. Fue lugar de residencia de los Reyes Católicos, pero anteriormente fue protagonista en la Guerra de Sucesión Castellana. En el interior no dejes de recordar una de las más crueles matanzas del rey Pedro I de Castilla.
- Colegiata de Santa María la Mayor: inspirada en la Catedral de Zamora, que a su vez influyó en el diseño de la catedral vieja de Salamanca. Su cimborrio forma parte del grupo de cimborrios leoneses junto con el de la capital. Se utilizaron técnicas muy vanguardistas con piedra caliza para su edificación. Destaca el Pórtico de la Majestad que conserva su policromía original, y la Sacristía, que es un pequeño museo.
- Monasterio de Sancti Spiritus el Real y Plaza Mayor: el monasterio pertenece a la congregación de las dominicas contemplativas. En su interior se encuentra el Museo de Arte Sacro, con una colección de escenas de la Pasión de grandes dimensiones. Si avanzamos unos metros llegaremos a la Plaza Mayor, porticada en parte y presidida por el ayuntamiento, un edificio reconstruido en el año 1778 por el arquitecto de la corte Ventura Rodríguez en estilo barroco clasicista.
- Plaza de Toros y Puente Mayor: uno de los anfiteatros taurinos más antiguos de España. Construida íntegramente en madera, ha sufrido una profunda restauración finalizada en 2010 que la ha convertido en patrimonio histórico. Después de ver la plaza podemos bajar en un bonito paseo hacia el Puente Mayor, con una disposición paralela a la corriente del Duero. Reemplazó al puente original de madera en el siglo XII y tiene una longitud inusual para la época.
Para el último día nos acercaremos a la frontera a realizar un recorrido por los Arribes del Duero:
- Parque Natural de Los Arribes del Duero: este parque natural se encuentra en uno de los cañones más profundos y extensos de la península. Es un espacio privilegiado compuesto de un paisaje granítico y una variada fauna y flora. Si nos acercamos con reserva podremos subir a un barco que realiza un crucero por el río, viendo con detalle las secciones más escabrosas. Al terminar el viaje podemos disfrutar de un espectáculo con cetrería. Después podemos acercarnos a la villa de Fermoselle con un recinto amurallado y la iglesia de la Asunción, o cruzar la frontera hacia Portugal y disfrutar de un rico bacalao en Miranda do Douro.
Zamora ofrece una variada gastronomía basada en la casquería y la ternera, de denominación de origen. Al igual que sus quesos y vinos. La mejor manera de disfrutarlos es en dos zonas de la capital: por la zona de Los Lobos (frente a la iglesia de San Torcuato) tenemos un festín de bares como El Lobo, donde probar el famoso pincho moruno o el Maestro, con unos populares figones (pincho local). También la zona más nueva cerca de Tres Cruces ofrece las tabernas más modernas como El Antojo o La Flaca. En Toro es conveniente reservar una visita enoturística a cualquiera de sus bodegas, tienen mucha historia. Y en Miranda do Douro dejaos caer por los restaurantes de los soportales sobre el mirador, que tienen la mayor oferta.
Con esta ruta cubriríamos la parte meridional de la provincia, dejando la zona norte para otro fin de semana. Zamora siempre engancha y se acaba volviendo, por su familiaridad y su encanto, de una visita breve podréis sacar una gran experiencia.
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