Hoy nos acercaremos al centro de la Toscana a conocer el corazón de la cultura renacentista italiana en sus pinturas y el Románico y Gótico en sus edificios. Dentro de un marco incomparable, descubriremos palacios, rincones y miradores en Florencia y singularidades tan famosas como la Torre inclinada de Pisa (que no es la única inclinada en el municipio). La Toscana comienza aquí y termina en sus pueblos.
La ciudad de Florencia debe su nombre al latín Florentia, que significa ‘florecimiento’, y ese florecimiento siempre ha estado patente en su desarrollo. Aunque comenzó como asentamiento para soldados veteranos del ejército, la ciudad prosperó como capital comercial y en la Edad Media comenzó su bonanza. Los mecenas y los sucesivos gobiernos de los Médici llevaron a la población a crear una oleada de investigación artística, literaria y científica entre los siglos XIV y XVI. En la Edad Moderna se convirtió en capital del país y, gracias al turismo, triplicó su población en el siglo XX. Hoy es, junto a Pisa, que formó un importante puerto marítimo y rutas comerciales a ultramar, un bello conjunto histórico Patrimonio de la Humanidad.
Cómo llegar y dónde alojarnos para disfrutar de Florencia y Pisa en tres días
Desde España no es tarea fácil llegar en avión a Florencia, pero sí a Pisa. Florencia tiene muy pocas rutas directas a la península y suelen ser caras, así que muchas veces compensa el avión a Pisa o a Bolonia. Desde el aeropuerto de Pisa hay 2 compañías que te llevan a Florencia: Autostradale y Caronna. También desde el aeropuerto de Bolonia hay poca distancia y el Appennino Shuttle te deja en el centro de Florencia en un trayecto un poco más largo. Como última opción, siempre quedarán los aeropuertos de Roma o Milán y con un tren tipo Freccia salvaremos la distancia gracias a su velocidad.
Cuidado con los alojamientos de la capital de la Toscana, no son baratos. No obstante, si buscamos bien, encontraremos buenas ofertas. Lo bueno que tiene la ciudad es que apenas hay distancias, así que estar a menos de 10 min del Duomo ofrece un radio muy amplio con algún que otro chollo. La zona cercana a la estación central ofrece un albergue con habitaciones dobles a muy buen precio, el Plus Florence, y un B&B como la Residenza Le Fonticine. Por un poco más también tenemos buenos hoteles más céntricos si cabe: el Por Santa Maria y el Nuova Italia.
No nos hará falta el transporte público más que para acercarnos a Pisa, y esta está comunicada cada 20 min con trenes que tardan en torno a 1 h / 1 h20 (intentad coger el Regionale Veloce, que ahorra 15 min y a veces baja de la hora). Dicho esto, comienzan nuestras visitas.
El planning perfecto para conocer Florencia y Pisa en tres días
Abrid los ojos, coged un buen calzado y preparaos para empaparos de cultura.
El primer día nos centraremos en lo más reconocible:
- Duomo: el símbolo de la ciudad, Santa Maria del Fiore, es conocido internacionalmente por la simbólica cúpula de Brunelleschi, que empleó unas técnicas vanguardistas para soportar su peso. Comenzó a construirse en el siglo XIII siguiendo el patrón gótico, pero se terminó en el siglo XIV. La fachada es posterior, del siglo XIX. Muy recomendable prestar atención a su Campanile y reservar un ascenso a la cúpula para disfrutar al completo de la experiencia.
- Santa Croce: este lugar ha acogido los funerales de los italianos más ilustres como Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo. Es la iglesia franciscana más grande del mundo y fue completada en 1385. Posee una planta en forma de T por el símbolo de San Francisco. Los elementos más destacados son las 16 capillas en su interior que están decoradas por Giotto y sus alumnos. Si accedes al claustro verás una sencilla capilla diseñada por Brunelleschi.
- Galería de los Uffizi: esta inmensa colección de pinturas, esculturas, grabados y bocetos del Renacimiento italiano es la más importante del mundo. Botticelli, Caravaggio, Rafael, Tiziano… incluso artistas posteriores como Rubens, Rembrandt o Durero tienen cabida en este palacio del siglo XVI que inicialmente fue concebido para albergar las oficinas gubernamentales de la Toscana. Imprescindible reservar con antelación para evitar algo de cola.
El segundo día conoceremos la Florencia más profunda:
- Ponte Vecchio: sobre el río Arno, en el corazón de la ciudad, se encuentra uno de los iconos de la ciudad. Es un puente de tres arcos del siglo XIV rodeado por numerosas joyerías y artesanos que llevan siglos allí. Adéntrate en el corredor Vasari, que conecta dos palacios renacentistas.
- Palazzo Pitti: su fachada de casetones es muy popular. En su día fue residencia de los duques de la Toscana y del rey de Italia posteriormente. Por ello, puedes visitar innumerables estancias que reflejan cómo era la vida de palacio en Florencia. La visita será completa si se incluye un paseo por los Jardines Boboli que rodean el palacio.
- Galería de la Academia: fue fundada como escuela de arte a finales del siglo XVIII. La colección de pinturas renacentistas es impresionante. La joya de la atracción es el David de Miguel Ángel, pero debes contemplar también la Madonna y el Niño de Botticelli. El museo también ofrece una colección de instrumentos clásicos.
- Piazzale Michelangelo: desde aquí tendremos las mejores vistas de toda Florencia. Lo mejor es coger el bus nº 12 e ir al atardecer. Observa las réplicas de bronce de las esculturas de Miguel Ángel y, si ves que hay mucha gente, puedes seguir subiendo hasta la iglesia de San Miniato al Monte.
El tercer día está completo con una visita a Pisa:
- Santa Maria della Spina: nada más dejar la estación y antes de cruzar el río, podemos dirigirnos a esta pequeña iglesia de estilo gótico que se encuentra en la rivera. Es una construcción del siglo XIII muy destacada, ya que tiene planta rectangular y está recubierta de mármol policromado con una rica decoración gracias a los artistas más destacados del siglo XIV. En su interior se encuentra una de las mayores obras maestras de la escultura gótica, la Virgen de la Rosa de Andrea y Nino Pisano.
- Duomo: en el centro de la Piazza dei Miracoli, aunque siempre eclipsada por la Torre, se encuentra este magnífico templo del Románico. Inicialmente de planta de cruz griega, sufrió muchas restauraciones tras un incendio en el siglo XVI. El interior está cubierto de un bonito artesonado y circundado por unas impresionantes columnas corintias. También se pueden ver las reliquias de San Rainiero, patrón de la ciudad.
- Torre de Pisa: conocida mundialmente por su inclinación (que cada vez va a más), es en realidad un campanario, pero fue construida sobre un terreno inestable. Se corrigió parcialmente durante el siglo XX. Hoy puede visitarse con cita previa mejor que coger la entrada el mismo día, aunque también es posible.
- Baptisterio: comenzó a construirse en 1152 y se concluyó en 1363. Es el más grande de Italia y está consagrado a San Juan Bautista. A pesar de su inconfundible estilo exterior, el interior es muy sobrio, ya que solo hay una pila bautismal de forma octogonal en el centro. Posee una acústica sobrecogedora.
Es indiscutible que comer en Italia satisface muchos de nuestros sentidos, empezando por el olor de los hornos de las trattorie que se intuyen en sitios escondidos. Y digo escondidos, porque una opción céntrica poco visible es la Fiaschetteria Nuvoli, con una increíble carta. I Mangiarino también está genial y la Trattoria da Guido es un clásico. Si queréis una pizza de verdad, podéis probar las de I Pizzacchiere, con un ambiente muy familiar. Y finalmente, el postre. Degustad un helado, por muchas colas que haya, en La Carraia. En Pisa no debéis iros sin entrar en La Taverna di Emma o La Antica Bottega di Pisa.
Comienza tu contacto con la Toscana: el Renacimiento, los vinos, los helados… con Florencia y Pisa, punto de partida para excursiones breves o incluso para estancias de más de una semana.
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