Nos adentramos en el corazón de la península ibérica para disfrutar de dos provincias con una categoría excepcional. Historia y orografía se abren paso entre la costa y la capital de España para dejarnos a la vista un paisaje y un mensaje únicos. Entre dos comunidades tan diferentes encontraremos una magia y un encanto especial que nos permitirá disfrutar de un agradable y completo fin de semana.
Cuenca tiene constancia de su nombre durante la invasión musulmana, pero disfrutó más del título de ciudad dado por el rey Alfonso X mucho después. En la Edad Moderna tiene un gran auge económico gracias al comercio textil, pero sufrió muchas crisis tras las posteriores guerras que la asolaron. El crecimiento turístico la volvió a colocar en el panorama nacional. Teruel tiene indicios de sus primeros asentamientos en época íbera, pero con los árabes fue cuando adquirió su importancia histórica. Una vez recuperada para la monarquía aragonesa fue dotada con fueros y privilegios para nuevos pobladores, pero siempre a la sombra de Valencia. Tampoco ayudó ser sede del Tribunal de la Inquisición y ser diezmada en paralelo a Cuenca tras la Guerra de Independencia, Guerras Carlistas y la Guerra Civil. Eso sí, tras su reconstrucción tiene un aspecto impecable.
Cómo llegar y dónde alojarnos para disfrutar de Cuenca y Teruel en tres días
Al situarse en el Sistema Ibérico, las comunicaciones no son muy sencillas. Para Cuenca sí, porque se beneficia de la vía AVE hacia Levante, pero no para Teruel, que se limita a rutas en autobús. Ambas están comunicadas por 3h en coche de línea del grupo Samar. Es por ello, que la mejor forma de aprovechar nuestra visita será con nuestro propio vehículo. De esta manera, será fácil la visita a los monumentos naturales y pueblos. Podemos acercarnos a Madrid en avión o tren y después usar un coche de alquiler.
En Cuenca nos alojaremos en opciones muy acogedoras como el Leonor de Aquitania, aunque, si hay mucha demanda, podemos mirar en la parte nueva en el Torremangana. A menudo es la mejor opción para encontrar sitio donde aparcar. En Teruel pasa casi lo mismo, el Civera y el Mudayyan tienen muy buena relación ubicación-calidad-precio, y si no, el Parador suele tener buenas ofertas.
No tendremos que preocuparnos por transporte dentro de estos municipios, ya que tienen una extensión asequible. Dejaremos el coche aparcado en el hotel o incluso en las zonas periféricas y saldremos a recorrer las ciudades andando.
El planning perfecto para conocer Cuenca y Teruel en tres días
Conozcamos ya esta bella zona. Calzado cómodo y a patear.
El primer día nos quedaremos en la hermosa Teruel:
- Plaza del Torico: la plaza principal del casco viejo de Teruel. Es un lugar legendario, ya que la leyenda dice que Alfonso II de Aragón siguió a un toro hasta aquí y entonces, fundó la ciudad. Por eso en el centro de esta plaza art-decó y neoclásica se rinde homenaje a la leyenda con cabezas de toros que escupen agua.
- Catedral: junto a la de Tarazona es de las pocas construcciones del mudéjar para este fin. Tiene su origen en una iglesia románica del siglo XII pero se completó con la torre en el siglo XIII. Añade unos ábsides góticos posteriormente y finalmente un cimborrio de la época plateresca en el siglo XVI. En el siglo XX se aborda la edificación de la fachada neomudéjar.
- Fundación Amantes de Teruel: vive la historia de los Amantes de Teruel en este museo dedicado al amor trágico del siglo XIII. Arte, escritura y música se reúnen junto a sus restos en exposiciones orientadas a los Romeo y Julieta de España. Con la entrada completa se incluye el acceso a la torre.
- Torre Mudéjar del Salvador: erigida durante el esplendor del Reino de Aragón en el siglo XIV, cuando aún la población musulmana pervive en la ciudad gracias a los fueros de Alfonso II. La calle del Salvador discurre bajo ella utilizando el arco apuntado sobre la que se levanta. Imita la estructura del minarete almohade con dos torres cuadradas concéntricas entre las que se sitúan las escaleras.
- Museo Diocesano: en el interior del Palacio Episcopal encontramos este interesante museo. Tras pasar el armonioso claustro podremos apreciar una extensa colección de pintura gótica, tallas en madera de los siglos XIII y XIV, varias cruces parroquiales y una custodia de plata de principios del siglo XVI.
- Torre de San Martín: de estilo mudéjar y edificada a principios del siglo XIV, aunque fue reformada en el siglo XVI, que eliminó viviendas adosadas para dejar una plaza abierta ante la torre y añadió un refuerzo de sillería en su base para prevenir la degradación de su parte inferior.
El segundo día lo dedicaremos a las afueras de Teruel y aproximación de Cuenca:
- Albarracín: explora la antigua capital del reino taifa de Albarracín, que destaca por su fortificación del siglo X, así como su alcázar y torre. Camina por las estrechas calles del centro histórico original con unas impresionantes vistas sobre el río Guadalaviar y adéntrate en la Catedral de El Salvador o el Palacio Episcopal del siglo XVI. También puedes disfrutar de arte post-paleolítico en el parque de la ciudad.
- Nacimiento del Río Cuervo: dentro de la provincia de Cuenca nos encontramos con un monumento natural con bellos saltos de agua y una fauna y flora con especies que solo se dan aquí. Bosques relícticos eurosiberianos, pinares y aguas del río que fluyen en abundancia son la antesala de la verdadera joya del parque, la comunidad de orquídeas, con al menos, 19 especies diferentes.
- Ciudad Encantada: es un grupo de formaciones rocosas que ha sido esculpido a lo largo de los años por el hielo, el viento y el agua. Las rocas forman figuras humanas, objetos y animales y están etiquetadas con descripciones. Destacan el puente, la seta, la cara, un teatro… entre otras. Aquí se han rodado numerosas películas como Conan El Bárbaro.
- Puente de San Pablo: otorga una fantástica vista de la ciudad de Cuenca. Es el punto fotográfico ideal de los turistas y desde aquí se puede apreciar la magnífica estructura de las Casas Colgadas. El acceso no es sencillo, puesto que solo puede hacerse a pie. Una vez allí, cuidado con las vistas, no son aptas para todos.
El tercer día conoceremos Cuenca en su totalidad:
- Catedral: se empezó a construir en el siglo XII en el mismo lugar en que se levantaba la mezquita aljama y es uno de los ejemplos más tempranos del gótico en España. Muestra reminiscencias del Císter en sus bóvedas, mientras que la linterna cuadrada tiene inspiración inglesa de la escuela anglo-normanda. Las capillas laterales se concluyeron a partir del siglo XVI, destacando la de los Apóstoles y la del Espíritu Santo. En 1902 se derrumbó la Torre del Giraldillo, dañando seriamente la fachada, tras lo cual tuvo que demolerse y se construye la actual fachada neogótica.
- Casas colgadas: esta característica serie de viviendas edificadas desde al menos el siglo XV directamente sobre la Hoz del Huécar tenían su origen en una casa señorial y, hasta la actualidad, han tenido varios usos, entre ellos el de Ayuntamiento. Actualmente el conjunto consta de tres casas, dos de las cuales (Las Casas del Rey) albergan el Museo de Arte Abstracto Español, mientras que en la otra (La Casa de la Sirena), hay un mesón.
- Casa consistorial: se construyó en 1733 en estilo barroco y sirve como cierre a una Plaza Mayor de planta triangular. Está comunicada con la calle de Alfonso VIII a través de unos portales porticados.
- Iglesia de San Miguel: se inició en el siglo XIII, conservándose el ábside de esta época, pero el resto del templo se reformó en el siglo XVIII y se restauró en el siglo XX. Destaca su portada renacentista. En la actualidad suele albergar conciertos y otros actos culturales.
- Convento de San Pablo: comenzó a construirse en 1523 como convento de dominicos, aprovechando la estructura rocosa de la hoz. La iglesia, de estilo gótico decadente y portada de transición del barroco al rococó, alberga el Espacio Torner. Hoy es el Parador Nacional de la ciudad.
- Iglesia de San Pedro: el edificio actual es del siglo XVIII y está construido sobre el solar de una antigua mezquita. Tiene planta octogonal con una enorme cúpula sobre tambor y un impresionante artesonado mudéjar del siglo XVI. En su interior hay obras del imaginero de la Semana Santa conquense Marco Pérez.
La gastronomía de interior es rica y variada en estas ciudades, con guisos, carnes, tapas y buena bebida. Vigilad los platos en las mesas antes de pedir, porque suelen ser muy contundentes. En Cuenca hay un local muy conocido, Bodeguilla Basilio, con una estupenda cata de tapas. Fuera de las murallas conviene acercarse a El Torreón como otra opción sobre seguro. Teruel se deja influenciar por el Maestrazgo y la serranía de Cuenca, y su comida da lugar a una mezcla diferente de sabores. Para degustarlos, lo mejor son las tapas del Gregory o el Óvalo, y si están abarrotados, el Rokelin.
Aunque estas dos ciudades no sean referente en los folletos turísticos más conocidos, una ruta de invierno o primavera es totalmente recomendable tanto para los foráneos como los habitantes de municipios cercanos.
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